Estamos emocionados de compartir con ustedes una experiencia verdaderamente inspiradora: nuestro viaje misionero de Navidad a la encantadora comunidad de Espíritu Playa, junto con los jóvenes de la Escuelita de Catequistas.
Fue un tiempo de compartir, de amor y de alegría, que sin duda dejó una huella indeleble en nuestros corazones, fue un viaje largo y desafiante, pero cada momento estuvo lleno de significado y amor.
Nuestro objetivo era llevar el espíritu navideño a aquellos que más lo necesitaban y, sobre todo, compartir el verdadero significado de la temporada: el amor y la esperanza que nos trae el nacimiento de Jesús. Y qué mejor manera de hacerlo que estar allí, cara a cara, con la comunidad de Espíritu Playa.
Partimos con el amanecer, con el sol apenas asomándose en el horizonte, listos para emprender un viaje que nos llevaría a través de caminos sinuosos y paisajes impresionantes. El camino fue largo y agotador, pero en cada curva del camino, la emoción de lo que nos esperaba en Espíritu Playa nos impulsaba hacia adelante.
Finalmente, llegamos a nuestra destino. La comunidad de Espíritu Sierra nos recibió con los brazos abiertos y sonrisas cálidas, y pronto nos sumergimos en la vida cotidiana de sus habitantes. Pasamos la tarde compartiendo historias, jugando con los niños y participando en actividades comunitarias.
A pesar del cansancio del viaje, la energía y la alegría de la Navidad llenaban el aire. Fue un recordatorio poderoso de que el espíritu de la Navidad trasciende las dificultades y las distancias, uniendo a las personas en un vínculo de amor y solidaridad.
Pero como todas las buenas cosas, nuestro tiempo en Espíritu Playa llegó a su fin. Despedirse de nuestros nuevos amigos fue agridulce, pero nos fuimos con el corazón lleno de gratitud y el espíritu renovado. A medida que emprendíamos el largo viaje de regreso a casa, llevábamos con nosotros no solo recuerdos preciosos, sino también el conocimiento de que habíamos hecho una pequeña diferencia en la vida de aquellos a quienes habíamos conocido.
A medida que nos despedíamos de Espíritu Playa al final de nuestra misión, lo hicimos con los corazones llenos de gratitud y humildad. Nos llevamos mucho más de lo que trajimos: lecciones de amor, solidaridad y fe que seguirán guiándonos en nuestro viaje por la vida.
En última instancia, nuestra experiencia en Espíritu Playa fue un recordatorio poderoso de la verdadera magia de la Navidad: no se trata solo de regalos materiales, sino de dar de nosotros mismos, de compartir nuestro amor y de estar presentes para los demás en tiempos de necesidad.
A todos los que formaron parte de esta hermosa experiencia, a los jóvenes de la Escuelita de Catequistas, a los habitantes de Espíritu Playa y a todos los que nos apoyaron en este viaje, ¡gracias de todo corazón! Que el espíritu de la Navidad siga iluminando nuestros corazones y guiando nuestros pasos, hoy y siempre.
Extendemos nuestros agradecimientos a:
Directora: Estefanía Luzuriaga
Editor: Saniels Mosquera
Guion: Michelle Matute
Docente: Pablo Antonio Vázquez docente de Catedra "Documental Audiovisual" de la Universidad de Cuenca
Coordinadora de la Escuelita de Catequistas: Sonia Ochoa
Estudiantes de la Escuelita de Catequistas: Bryan Chuquimarca, Juan Guerrero, Lorena Carangui, Anthony Maldonado, Daniela Tapia, Jonnathan Valladares, Carlos Illescas, Camila Carrión, Mateo Cajamarca, Jeremías Velez, Leonela Muñoz, Steven Constante, George Quinde, Matías Ortega y Josué Delgado.
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